Juan de Miralles | Spanish Influence on American History

Juan de Miralles

Excerpted and adapted from José Manuel Guerrero Acosta

The longer biography can be found in the book Unveiling Memories. / La biografía más extensa se encuentra en el libro Unveiling Memories.

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Biography

Juan de Miralles (1713–1780) secretly represented the Spanish Crown to the Continental Congress while simultaneously spying on the British and selling arms to the Continental Army. His career as a merchant, shipbuilder, and trafficker in enslaved people created vast wealth, some of which was donated to the Continental Army. His wealth and business activity provided cover for his diplomatic work.

While living in Charleston, South Carolina, Miralles purchased a new schooner, ostensibly for trade with Havana; his shipments to Havana also included reports to Spain’s captain general in Cuba detailing the movement of British forces. The network he established to gather intelligence included business associates, captains of Spanish and American vessels, and merchants. After Spain declared war in 1779, the Spanish Crown promised Miralles a position as the first fully accredited Spanish ambassador to the United States.

Miralles asked Congress to carry out attacks against the British rear guard. He hoped this would aid Spanish offensives in Louisiana and Florida. Congress debated the practicality of such an assault on Saint Augustine, Florida, and General George Washington met with Miralles several times to settle the matter.

Eventually, Congress proposed a combined French-Spanish-North American operation in South Carolina or Georgia, and General Benjamin Lincoln was ordered to coordinate these incursions with Miralles. However, Miralles came down with a fever and died on April 28, 1780, during a visit with the French ambassador at Washington’s headquarters in Morristown, New Jersey.

Español

Biografía

Juan de Miralles (1713-1780) representó en secreto a la corona española ante el Congreso Continental, al tiempo que espiaba a los británicos y vendía armas al Ejército Continental. Su carrera como comerciante, constructor naval y traficante de esclavos le proporcionó una gran fortuna, parte de la cual donó al Ejército Continental. Su riqueza y su actividad empresarial le sirvieron de tapadera para su labor diplomática.

Mientras vivía en Charleston, Carolina del Sur, Miralles compró una goleta nueva, aparentemente para comerciar con La Habana; sus envíos a La Habana también incluían informes al capitán general de España en Cuba detallando el movimiento de las fuerzas británicas. La red que estableció para recabar información incluía socios comerciales, capitanes de barcos españoles y americanos y comerciantes. Después de que España declarara la guerra en 1779, la corona española prometió a Miralles un puesto como primer embajador español plenamente acreditado en Estados Unidos.

Miralles solicitó al Congreso llevar a cabo ataques contra la retaguardia británica. Esperaba que esto ayudara a las ofensivas españolas en Luisiana y Florida. El Congreso debatió la viabilidad de tal asalto a San Agustín, Florida, y el general George Washington se reunió varias veces con Miralles para zanjar el asunto.

Finalmente, el Congreso propuso una operación combinada franco-española-norteamericana en Carolina del Sur o Georgia, y se ordenó al general Benjamin Lincoln que coordinara estas incursiones con Miralles. Sin embargo, Miralles enfermó de fiebre y murió el 28 de abril de 1780, durante una visita con el embajador francés en el cuartel general de Washington en Morristown, Nueva Jersey.